miércoles, 30 de septiembre de 2015

SHARON STONE


Antes de dar vida a la sexual y peligrosa Catherine Tramell en el exitoso film Instinto básico (1992) Sharon Stone ya había apuntado maneras como esposa oficial de Arnold Schwarzenegger en Desafío total (1990) propinándole de paso una soberana paliza al actor reconvertido en político. Sin embargo, si retrocedemos un poco más podemos encontrarnos con el que posiblemente sea su papel más bizarro y extraño, superando intervenciones en películas donde abunda la testosterona como son Por encima de la ley (1988) o Acción Jackson (1988), donde se encargaría del sempiterno rol de mujer florero dando la réplica a duros de los ochenta como Steven Segal o Carl Weathers respectivamente. No, tampoco nos referimos a su intervención en la pseudo imitación de la saga protagonizada por Indiana Jones con un Richard Chamberlain que tras colgar los hábitos de El pájaro espino se vestiría con un sombrero de explorador dispuesto a correr mil y una aventuras en Las minas del rey Salomon (1985) y su continuación Allan Quaterman y la ciudad perdida del oro (1986), cintas donde la actriz no haría precisamente buenas migas con el resto de trabajadores (se ha constatado que compañeros del equipo de rodaje de la Stone se orinaron en una olla gigante donde la actriz debía rodar una escena junto a Chamberlain, quien por cierto, sin comerlo ni beberlo se trago los orines dedicados a su partenaire femenina).

Nos referimos a la película dirigida en 1989 por Javier Elorrieta Sangre y arena, adaptación de la obra de Blasco Ibañez donde entre otros compartiría cartel con nombres como los de Ana Torrent, Guillermo Montesinos y agárrense los machos José Luis de Villalonga y Antonio Flores. Lo cierto es que la película ya apuntaba las sobradas maneras de Sharon Stone como actriz de escenas eróticas, las cuales sin embargo son bastante patéticas en la forma en que fueron rodadas. De esta manera nos encontramos a la actriz retozando en el campo, en una cama, en una mesa…Toda la película es un despropósito de sobre actuaciones, diálogos sonrojantes y secuencias mal planificadas y peor rodadas.


Pero llegaría Verhoeven para rescatar a la actriz de las garras de la mediocridad dándole una oportunidad que la encumbraría como la actriz más sexy de los noventa, además de poder demostrar que es una buena actriz como mostraría Casino (1995). Sin embargo una serie de malas elecciones que llegarían a su cenit con la vuelta al personaje que la encumbrará en Instinto básico 2 (2006) apagarían su aura de estrella. Ahora solo es esa actriz superdotada, no piensen mal, tiene un coeficiente intelectual de más de 150, y que no está nada mal para contar con cincuenta y seis primaveras, que diablos, esta espectacularmente bella. Vamos, que si por ella fuera no habría problema en dar vida a una Catherine Tramell madura, bastante madura, en Instinto básico 3. 

SANGRE Y ARENA (1989)

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