domingo, 10 de septiembre de 2017

297. EL BAR

EL BAR, 2017
(EL BAR) 102´                                                             ALEX DE LA IGLESIA

“El día de la ira ha llegado.”
Israel


El cineasta vasco Alex De La Iglesia utiliza El bar para promover un estudio sobre el comportamiento humano ante situaciones límite y la verdad sea dicha, no salemos bien parados, siendo además curiosamente el personaje de inicio más superficial, a quien da vida Blanca Suárez, quien acaba resultando el más juicioso cuándo el miedo y el caso hacen acto de presencia.

La cinta resulta entretenida, dinámica y logra hacernos cómplices de la amarga y desesperante situación vivida por el interesante y variopinto grupo de personajes, muy bien interpretados en conjunto aunque haya que resaltar la soberbia interpretación de Jaime Ordoñez, todo un animal actoral. Eso sí, quizás se destapa el pastel demasiado pronto, lo que resta tensión a la historia además de ofrecer un recurso argumental con sensación de deja vu.

De La Iglesia continúa enfrascado en trazar una filmografía personal y característica, algo que es de agradecer ya que aunque muchas veces no llegue a redondear sus historias con un acto final a la altura, nos posibilita disfrutar de un universo particular suburbial donde queda patente que el director es un gran generador de historias y director de actores. El bar es otro ejemplo a sumar a su filmografía.





ME GUSTA: El baño de aceite de los protagonistas para adentrarse por una vía de escape claustrofóbica.

NO ME GUSTA: Echo en falta un par de toses de la protagonista en la secuencia final, dando a entender  lo que sería un cierre más acertado y con más mala uva.

FRASE RESUMEN: Cuándo el miedo hace acto de aparición desaparece la cordura.


296. SALON KITTY

SALON KITTY, 1976
(SALON KITTY) 112´                                                              TINTO BRASS

“¡Tienen una sola meta, el poder!”
Helmut Wallenberg


El erotómano Tinto Brass vio en la historia real del burdel de Kitty Schmidt, utilizado por el nazismo para espiar a gente de su propio bando, una oportunidad de oro para filmar uno de sus característicos títulos donde la carnalidad y la sexualidad femenina son las grandes protagonistas, lástima que el resultado final sin ser malo del todo pierda buena parte de su potencial histórico por las formas de un director demasiado anclado en un erotismo particular.

La película ofrece una factura muy del estilo del director italiano con ese gusto por los encuadres rebuscados, esa fijación por jugar con los espejos y la cámara y el uso recurrente de primeros planos, excesos en las formas que se trasladan a las propias interpretaciones de unos actores forzados a recitar sus textos con unos ademanes que resultan por momentos demasiado artificiales. Brass consigue sin embargo no aburrir al respetable ofreciendo un relato enmarcado en el por aquel momento género en boga del nazi explotation.

Un retrato de una etapa oscura de la historia reciente donde las miserias humanas se conjugan para dar vida a una serie de personajes amorales que, aunque en el caso de las dos protagonistas femeninas logren hallar la redención, llena la película de desesperanza y oscurantismo. A alabar por otra parte el gusto del orondo realizador a la hora de seleccionar a las musas de sus películas, con una Teresa Ann Savoy como prototipo de mujer donde un rostro de facciones inocentes es combinado con un cuerpo de formas exuberantes, otra de las marcas de la casa de Tinto Brass.





ME GUSTA: La honestidad de un director fiel a su estilo y sus constantes fílmicas, aunque sean disfrazadas de otra cosa.

NO ME GUSTA: Un montaje abrupto que huele a metraje censurado, al menos en la versión a la que servidor a tenido acceso.

FRASE RESUMEN: Tinto Brass pone su vista en el nazismo para hablar de sus constantes de sumisión y erotismo.